Jindřich Polák

Jindřich Polák nace en Praga en 1925. Durante la ocupación alemana pasa la mayor parte del tiempo en la cabina de proyección del cine Máj. Asiste a cursos de teatro, pasa el bachillerato en 1944 y se hace proyeccionista. Tras la liberación, inicia estudios de Derecho en la Universidad Charles pero no tarda en dejarlos para unirse a la Semana en el cine, sociedad de producción de películas de actualidad que se proyectan, en primera sesión, en las salas de cine. En 1946, entra en los estudios de producción Barrandov, en los que permanecerá empleado hasta los años 80. Aprende el oficio como ayudante de dirección, en particular junto con Otokar Vávra (incluida otra gran película de ciencia-ficción checa, Krakatit), Jan Kadár y Elmar Klos. Acepta dirigir un cortometraje de animación para la televisión y, posteriormente, una popular serie sobre el personaje del payaso Ferdinand. Finalmente, rueda su primer largometraje, Smert v sedle (1958), una película de aventuras que mezcla romanticismo y suspense policíaco. El éxito de público impone a Polák como un director que se siente a gusto tanto en el cine para niños como en el cine de género.

La seriedad con la que aborda el género policíaco le vale a Páté oddelení (1960) el ser elegida mejor película del año por el público. Polák tiene pues carta blanca para rodar su película de ciencia-ficción Ikarie XB 1 (1963). La crítica y el público checoslovacos no acaban de comprender el proyecto, pero Polák gana el Asteroide de Oro en el festival de cine de ciencia-ficción de Trieste e Ikarie XB 1 es inmediatamente vendida a cuarenta y dos países. Ese mismo año, Klaun Ferdinand a raketa (1962), rodada en los mismos decorados y con parte del vestuario de Ikarie XB 1, le vale el premio de la crítica en el festival de Venecia. Tras una comedia musical y un policíaco violento, Polák rueda en Inglaterra, en la RDA y en Hungría Nebestí jezdci (1968), una película de guerra sobre los pilotos checoslovacos que durante la Segunda Guerra Mundial formaron parte de las unidades de la RAF. Aunque Nebestí jezdci es prohibida en febrero de 1969, Polák sigue siendo considerado un buen artesano y no está entre los directores perseguidos. De hecho, durante la Normalización, sin comprometerse nunca con el régimen como fue el caso de varios de sus colegas, Polák consigue proseguir una carrera libre y exigente. Sigue alternando series de televisión y películas para niños de alta factura con películas de ciencia-ficción o policíacas más personales, entre ellas La muerte en auto-stop (1979).

La ciencia-ficción, al ser considerada como un género demasiado occidental por el régimen, no es tolerada más que bajo forma de parodia. Polák logra, a pesar de todo, obtener la autorización para rodar proyectos aparentemente burlescos que desvía en el momento del rodaje: es el caso de Mañana me levantaré y me quemaré con Té (1977, premio del jurado en el Festival de Sitges), en la que una intriga de viajes en el tiempo y de nazis futuristas sirve de pretexto para una reflexión sobre la responsabilidad individual y sobre el paso del tiempo. Activo hasta los setenta y cuatro años, Jindřich Polák habrá sido uno de los principales directores checos, si no el principal, entre los que trabajaron exclusivamente dentro de los límites de los géneros considerados menores y comerciales, y habrá dejado tras de sí obras que han resistido al paso del tiempo. Muere en 2003.

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