Benjamin Lussier se introdujo muy joven en el mundo del cine, realizando películas de catástrofes con su cámara de 8mm. Después se centro en el teatro y fue autodidacta en efectos digitales, lo que le llevo a trabajar con 18 años en efectos especiales de numerosos videoclips, anuncios y actuaciones en directo. En 2008 vuelve a ponerse tras las cámaras para mejorar su oficio como director, iniciando una carrera remarcable no sólo por su versatilidad y su distintivo toque visual sino también por la originalidad de sus proyectos.
Festival Internacional de Cine LGBT de Madrid