Twockers

Trevor tiene diecisiete años y vive en un bloque de pisos que forma parte de una urbanización de protección oficial. Es un pequeño delincuente, un raterillo que roba coches, y se introduce en otras viviendas para llevarse lo poco de valor que hay en ellas. Como diversión, fuma cocaína y como pasión escribe poesía. Los poemas son para Amie, su vecina, su musa; la chica embarazada de otro de la que está perdidamente enamorado. Todo cambiaria si la granja de pollos local lo aceptara como trabajador estable y con contrato. Entonces podría convencer a Amie de que él es quien podría ofrecerles un futuro a ella y a su bebé. (Gijón International Film Festival)