Layla M

Se llama Layla. Tiene dieciocho años. Es holandesa, de origen marroquí. Vive en Amsterdam, con sus padres, hermano y abuela. Chica inteligente, saca buenas notas y le gusta el deporte, sobre todo el fútbol. Como su carácter es extrovertido, siempre expresa abiertamente lo que piensa. Está muy preocupada por el concepto receloso que se tiene de los marroquíes y de la fe islámica en Occidente, lo cual la impulsa a rebelarse airada. Sobre ese tema discute en casa, cada vez más, con su familia, cordial y de ideas liberales, pero por la que no se siente comprendida en términos identitarios. El sentimiento religioso de Layla se radicaliza en proporción directa a cómo crece su frustración idealista; necesita un sistema de creencias a la altura de sus fogosos valores. Ante la impotente desesperación de familiares y amistades íntimas, elige unirse a una célula de jóvenes musulmanes extremistas que luchan en favor de la aceptación y la práctica política del Islam. Entre ellos conoce al carismático Abdel, cuyos activistas pasos sigue, sin mirar atrás, ignorante de las implicaciones últimas del peligroso viaje. (Gijón International Film Festival)