Sinopsis(1)

Si esperamos casi una década por la vuelta de Lucrecia Martel, lo mínimo que podíamos obtener era más que “apenas” una película (las comillas son, claro, porque esa película es Zama, una obra maestra y probablemente una de las mejores películas en la historia del cine argentino). Zama no vino sola. Trajo con ella un diario de rodaje escrito por Selva Almada –El mono en el remolino– y este documental de Manuel Abramovich, que como un intruso sonoro capturó el meticuloso trabajo de la directora salteña y la cálida, humana y divertida precisión con la que ajusta cada detalle que sucede en los planos de su película. “Yo estoy a años luz de poder ser la protagonista de una película”, le dice Martel a Abramovich cuando este le plantea por mail su idea de un documental que la tenga a ella como personaje principal. Lo que dice la directora es, en parte, cierto: Martel está a años luz. Del resto. (Mar del Plata International Film Festival)

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