La luz incidente

En la Buenos Aires de los años 60, filmada en exquisito blanco y negro, Luisa lucha por reponerse de la muerte trágica de su marido, sin percibir el menor atisbo de luz que pudiera suceder a esa dolorosa oscuridad. La madre le aconseja rehacer su vida por el bien de sus dos hijas y el suyo propio. Un día Luisa conoce en una fiesta a Ernesto, encantador vendaval humano que se enamora de ella fulminantemente. Deseosa de ofrecerles a sus hijas un buen futuro, pero aún en duelo, Luisa no sabe muy bien cómo manejar los avances del vehemente seductor, tan atrayente como inquietante. Ernesto, hombre presuroso, está ya listo para comprometerse. Enseguida habla de matrimonio, de ser un padre para las niñas y darles su apellido; pronto resulta recalcitrante, invasivo, sofocante. Y la posibilidad de reconstruir una familia comienza a desencantar a Luisa. Todavía tiene demasiado presente el recuerdo del esposo fallecido, al que tanto quería. Ella resiste, aunque, en una época durante la cual era inconcebible que una joven madre burguesa permaneciese sola, el empeño de su pretendiente y la insistencia materna no le dejan tomarse el tiempo necesario para poder amar de nuevo verdaderamente. (Gijón International Film Festival)