Štěstí je krásná věc

Un par de deudores de pueblo ganan la lotería, pero no saben cómo manejar su inesperada riqueza. Por algún milagro, ambos consiguen gastar decenas de millones en un periodo de tiempo relativamente corto, sin que ello repercuta en sus pobres estilos de vida. Al final, después de todas las penurias y de volver a caer en la pobreza, descubren que su mayor felicidad se basa en el hecho de que se tienen el uno al otro y se aman. No tiene nada de original, como tampoco lo tiene el mensaje moralizante de que el dinero corrompe el carácter. Pero al menos podría haber sido una comedia sólida (la película se basaba en el éxito cómico lituano de 2017 Trys Milijonai Euru, que la película Happiness Is a Bliss copió), pero eso no fue posible por haber sido realizada por los productores de Desperate Ladies Act Desperately y la serie Bad Joke y por el guionista de las dos películas de Špindl. El resultado es una torpe chapuza llena de aburridos estereotipos, cuyos personajes principales son un limitado jugador de la liga forbes y su pareja, que lo apoya devotamente, incluso cuando los cobradores de deudas les quitan el sofá. Una evidente continuación de las sátiras comunales de la época de la normalización (pero con un mínimo de hipérbole), en la que no faltan personajes como los vecinos envidiosos, un empresario tramposo, un padre moribundo, una cazafortunas intrusa o un párroco mezquino, además de figuras graciosas en forma de un gitano espigado o un discapacitado vulgar. Poco humor, muy artificial casi por todas partes. (20.05.2021)

Happiness is a beautiful thing, but this film was far from it. The characters acted like idiots, the script seemed like it was written by another idiot, and the directing did not improve this impression in any way. The humor was partly worn-out, partly delivered in such a way that each joke died a miserable death before it could crawl to me on its last legs. After twenty minutes, I had to undergo a tough internal struggle to force myself to watch this piece of crap until the end. Well, we do know why such films are shot in this country, the filmmakers fulfilled their task, the product placement worked great, the sponsors can be happy, and who cares about the audience. (09.01.2021)

Petra Hřebíčková is slowly but surely becoming a guarantee for somewhat quirky Czech comedies. Moreover, the chemistry between her and Karel Zima doesn't work here either. I laughed only at the scenes in which Zdeněk Godla appeared. The screenwriter Jaroslav Sauer once again distinguished himself by this piece of crap he released into the world. This movie truly doesn't deserve the successful title song performed by Richard Müller, although it fits quite well with the final "beach" shot, which surprisingly isn't bad at all. (35%) (28.05.2021)