Goldbeater

Vigoroso. Al igual que el legendario tema de Wang Chung suena con el sol naciente sobre Los Ángeles durante los créditos iniciales, para golpear los sentidos del espectador con ritmos agresivos, toda la película de Friedkin aporta continuamente giros sorprendentes y estallidos de brutalidad estética a la lenta historia neo-noir, para llegar al final a una culminación del todo nihilista. Es decir, todo lo que me gusta. Vivir y morir en Los Ángeles es tanto una película puramente ochentera como un memorable thriller con un estilo sin igual. Mi Friedkin favorito. Y una película que me gustaría ver alguna vez en la gran pantalla con la mejor calidad de sonido posible.