Goldbeater

Aunque la primera parte simplemente copió descaradamente el esquema de Atrapado en el tiempo y lo insertó en el entorno de un cuento de hadas checo típicamente elaborado, en el que los personajes evocan círculos similares con runas como Doctor Strange, sin embargo, por lo menos de alguna manera funcionó como una película, por haber copiado los esquemas. Pero aquí no hay ningún esquema, todo es aleatorio, por lo que solo tenemos una búsqueda interminable de un macguffin en una diarrea total de efectos especiales de segunda categoría, que probablemente estén destinados a evocar el desorden digital de las películas contemporáneas de Marvel. Como si en la primera parte los creadores tomaran como ejemplo lo mejor de Hollywood y aquí lo peor de Hollywood, sin entender ni por qué lo hacían. Las escenas grupales, donde Vojta Kotek está clonado a través de un lienzo verde, porque aparentemente no estuvo presente en el rodaje ese día, ¡fueron realmente geniales! No me había reído así en mucho tiempo. Además, todo huele a publicidad engañosa, porque en esta película no hay una princesa encantada en el tiempo. ¡Fui el único encantado en el tiempo, porque vi este horror durante dos horas y cuarto!

Un cuento de hadas sobre cómo los checos se dieron cuenta de que hace un cuarto de siglo alguien en el extranjero ideó un esquema de fantasía exitoso que podía copiarse para que cualquier película simplemente funcionara para la audiencia. Enhorabuena.

Los dramas periodísticos de investigación suelen ser muy atractivos por su procedimiento y revelaciones, sobre todo cuando el espectador no tiene una idea muy precisa sobre el tema de la película y descubre los hechos junto con los personajes de la película. Pero no es el caso de la película Al descubierto, donde un espectador normalmente interesado por la industria del cine y la actualidad sabe muy bien cuál fue el meollo de todo el escándalo y cómo terminó todo el asunto. Y 129 minutos es realmente una duración irrazonable para una película que juega con cartas expuestas. Con 40 minutos para el final, pensé que ya era hora de terminar.

Mientras que Troll Hunter de Øvredal abordó una mitología similar con inventiva, imaginación y humor, aquí los cineastas solo siguieron el camino trillado de las típicas películas cliché sobre monstruos gigantes al estilo King Kong, y al mismo tiempo solo a medias y sin el necesario «efecto sorpresa» que al menos taparía de alguna manera toda la previsibilidad y falta de originalidad.

Un promedio puro entre las películas biográficas musicales, que tiene bordes clásicamente suaves, una estructura que ha sido probada cientos de veces. Naomi Ackie interpreta bien a la cantante, pero la voz que escuchamos cantar en la película no es de esta actriz. Los personajes que vemos durante varios años o décadas no envejecen en absoluto en la película, ni parecen deshechos por las drogas que habían consumido, aunque realmente deberían, y todo se prolonga como jarabe de glucosa. Tal vez satisfaga a los fanáticos del rock de Whitney Houston, de lo contrario, es más un telón de fondo para planchar un domingo por la mañana.

Me dije que, si hubiera pirañas voladoras, estaría satisfecho. Había truchas voladoras, así que una satisfacción parcial. Inmediatamente después de la proyección, se me ocurrieron comentarios sarcásticos en cuanto a la película, por ejemplo, «el protector de pantalla más caro de todos los tiempos», pero sería una falta de respeto a Cameron. Este segundo Avatar es realmente un espectáculo visual, increíblemente hermoso y muy bien hecho desde el punto de vista de diseño y que hay que ver en el cine. El 3D funciona. En resumen, la parte técnica de la película estuvo a la altura de las expectativas acumuladas durante 13 años. Lo que no estuvo a la altura de las expectativas es el guion, que es la parte más débil de la película, es predecible, simple y literal y figurativamente construido sobre el agua. Depende constantemente de que los personajes se comporten de manera irresponsable de vez en cuando para que la trama pueda avanzar hacia alguna parte. A veces llega a puntos de lo más absurdos. Algunos personajes son secuestrados y liberados tantas veces seguidas que el guion obliga a una de ellas a comentarlo. Y tonterías mucho peores están sucediendo allí. En otras palabras, el segundo Avatar funciona bien como «experiencia», pero funciona peor como «película». Esta vez estoy dispuesto a perdonárselo a Cameron, pero si el guion de su próxima película no es mejor, si no prepara algunas sorpresas, será difícil que le perdone tantas cosas como esta vez.

Tengo un poco de debilidad por estas imitaciones de Alien, pero es muy raro que una película esté a la altura de sus expectativas. Creature toma la ruta barata de Inseminoid, lo que quiere decir que cuando no hay presupuesto para que un monstruo espacial corra desenfrenado en la película, los miembros de la tripulación poseídos deben correr desenfrenados en su lugar (que es algo que Ridley Scott, irónicamente, hizo en Prometheus, confirmando que incluso él mismo no tiene idea de cómo seguir a Alien, o al menos copiar algo de él). Hacer una imitación de Alien simplemente no fue ni es algo fácil, por lo que solo Profundidad seis, Leviathan: El demonio del abismo y Galaxia prohibida permanecen en el podio imaginario.

Me parece un poco triste y quizás injusto que en los últimos años las películas de terror que subvierten, satirizan y ridiculizan las tendencias del género hayan recibido críticas más favorables que algunas películas de terror serias y atmosféricas hechas a lo tradicional, cuya calificación en el mejor de los casos ronda el 58%.  Al mismo tiempo, sin embargo, no se puede negar que justamente Barbarian funciona brillantemente en esa subversión y sorpresa.

Weird: The Al Yankovic Story es una buena parodia de películas biográficas musicales sobre un hombre que ha pasado su carrera haciendo parodias musicales, pero yo probablemente no se la recomendaría a personas que no estén al menos parcialmente familiarizadas con el trabajo de Al. Y para aquellos que lo conocen, puede que no sea tan divertida como muchos esperarían, pero a pesar de algunos momentos aburridos, ofrece una buena porción de diversión y algunos cameos muy exitosos.

Steven Spielberg vuelve a lo que mejor sabe hacer: un drama familiar contado con sensibilidad y basado en los personajes, sobre la magia de descubrir algo mágico, personificado aquí por la cinematografía misma. Esta película de dos horas y media es casi perfectamente cautivadora y absorbente, pero hay dos decisiones creativas que no me entran en la cabeza. Por un lado, no sé por qué el actor principal tuvo que usar lentes de contacto oscuros durante toda la película, lo que hizo que sus ojos parecieran tan muertos como los del tiburón en Tiburón. Para mí, eso saboteó una actuación por lo demás muy prometedora del joven Gabriel LaBelle. Y luego la idea (spoiler) de que un gilipollas chulo, acusador y antisemita, por la magia del medio cinematográfico, iría hacia su víctima y no solo se disculparía, sino que tendría un colapso emocional por su propio vacío, este año no he visto en el cine algo tan ingenuo y estúpido. Estas dos cosas son aún más molestas porque podrían haberse evitado fácilmente. Sin embargo, a pesar de estos comentarios, estoy satisfecho, y especialmente viendo las escenas cortas donde se le da espacio y papeles excelentemente escritos a los veteranos Judd Hirsch y David Lynch, yo tenía una sonrisa de satisfacción en mi rostro.