El riesgo del vértigo

Los Coppola son un clan extraño. No sé si el director Christopher Coppola y su hermano Nicolas Cage habían calculado de antemano el tono que debía tomar este thriller, pero una cosa es segura, Cage ofrece aquí una de las actuaciones más histéricamenta pasada de vueltas de su carrera. En general es una película fallida. La obvia inspiración en el cine negro lleva la historia con la voz en off del protagonista (Michael Biehn) a una onda de thrillers de atracos en una dirección clásica a lo «¿Qué salió mal?». Sin embargo resulta increíblemente ingenuo, distraído y mecánico, bajo una dirección inexperta y un guión inconstante (junto al director Coppola lo firma nada menos que Nick Vallelonga, a su vez coautor de Green Book). Entonces la verdadera pregunta es qué salió mal. El riesgo del vértigo (rebautizada con humor como «Dreadfall» por la crítica anglosajona, jugando con «dread», «miedo») es una película cuyas exageradas ambiciones superaron con creces la capacidad creativa del director. Aun así, esta película se puede disfrutar con picardía. La guinda del pastel son las escenas en las que, o bien el equipo de sonido interfiere en el plano, o bien la cámara toma el escenario de la habitación en un ángulo tal que el techo que falta es visible durante mucho tiempo. Puede que nunca haya visto una farsa de este tipo con un elenco tan importante y esforzándose tanto. (02.02.2020)