Werewolves on Wheels

Mucho cine de humor, quizás influenciado por el nivel de hierba en los pulmones no solo de los actores sino también del equipo. Se puede sentir la inspiración del Easy Rider de Hopper, esa frescura de los viajes por carretera, desde las tomas de la pandilla montando en moto por las carreteras del desierto. Sin embargo, el reparto aquí es un grupo anodino de paletos, con Adam como fuerza motriz, que no es ningún malote carismático, sino solo un idiota soso y untuoso con un gran ego. Incluso el personaje secundario de un indio llamado Tarot es más interesante porque tiene intuición y es el único de la película que piensa. Se debería haber hecho algo más con el motivo del hombre lobo, que entra tarde en la trama, y las supuestas escenas de terror no tienen ni pizca de encanto en ningún parámetros del «terror» (no dan miedo, ni son desagradables, ni formalmente interesantes). Dentro de un par de semanas probablemente solo recordaré la película como un motero bastante desnudo bailando en una ceremonia oculta. Y unos meses después, nada. (08.05.2020)