Director:
Patrick LussierCámara:
Brian PearsonMúsica:
Michael WandmacherReparto:
Jensen Ackles, Jaime King, Kerr Smith, Edi Gathegi, Kevin Tighe, Tom Atkins, Megan Boone, Betsy Rue, Todd Farmer, Sam Nicotero, Bingo O'Malley, Selene Luna (más)Sinopsis(1)
Los habitantes de una pequeña localidad minera deciden celebrar el día de San Valentín por primera vez en 20 años. Esta fiesta se dejó de celebrar porque en esa fecha, dos décadas atrás, se produjo un accidente en la mina, debido a que los responsables de la seguridad de la misma se encontraban en la fiesta. El único minero superviviente mató a los culpables y advirtió a la ciudad de que nunca se volviera a celebrar San Valentín. Los novios T. J. y Sarah, acompañados por su amigo Axel, son algunos de los que ahora disfrutan de una nueva fiesta de San Valentín. Pero les llega una caja de bombones con un siniestro mensaje y un corazón empapado en sangre: antes de que acabe la noche, el terror golpeará una y otra vez. (On pictures)
(más)Videos (1)
Reseñas (3)
Una producción televisiva que se ahoga en la brutalidad sangrienta y utiliza los efectos 3D de forma sorprendentemente escasa y poco imaginativa. Debido a la pereza del guionista (lo único que puede hacer es ocultar la identidad del asesino), es probablemente el slasher más retrasado en mucho tiempo. Lo único que sugiere que ya no estamos en la década de 1980 sino en el mundo del cine contemporáneo son los zapatos más modernos en los pies de una rubia desnuda, que es asesinada al principio.
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"Bloody Valentine" has problems with the logic of some scenes, which ultimately also affects the punchline of the entire movie, which stumbles considerably at times. That's a shame. Maybe it would have benefited from fewer minutes and less effort to dazzle with interesting, not so traditional scenes that are, however, overly stretched. This inconsistency ultimately leads me to give it a 50%.
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Schematic and average slasher without any spark or ideas. Fortunately, the angry miner is a fairly charismatic character and whenever he and his pickaxe enter the scene, the viewer’s mood gauge moves from I’m-bored to I’m-entertained, but those moments are brief. And when the film tries to surprise with the oldest and most clichéd stuff you can imagine, all with a very serious face, you wonder whether the screenwriter hadn’t been sleeping for the last twenty years. And yet, My Bloody Valentine is a little bit better than the sterile remake of Friday the 13th.
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Galería (52)
Foto © Lionsgate
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