Sinopsis(1)

Nos movemos ahora por un período muy sombrío en la historia de la humanidad – donde la conjunción del cinismo post-modernista (eliminando el pensamiento humanista y crítico del sistema educativo), la absoluta codicia engendrada por la sociedad consumista que arrastra a tantas personas, la catástrofe humana, económica y medioambiental bajo la forma de la globalización, el sufrimiento exacerbado y la explotación de las personas del así llamado Tercer Mundo, junto con la tediosa conformidad y la estandarización causada por la sistemática audio-visualización del planeta, han creado un mundo donde la ética, la moralidad, la colectividad humana y el compromiso (excepto el compromiso al oportunismo) están pasados de moda. Donde el exceso y la explotación económica se han convertido en la norma – a enseñar incluso a los niños. En un mundo como éste, lo que ocurrió en París en la primavera de 1871 representaba (y aún representa) la idea de compromiso con la lucha por un mundo mejor y la necesidad de alguna forma de Utopía colectiva social – necesitamos esta idea tan desesperadamente como los moribundos necesitan plasma. (Gijón International Film Festival)

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