El rey de la muerte

Una niña dibuja un personaje especial en un papel y comenta: "Este es el rey de la muerte. Hace que la gente ya no quiera vivir." Esta es la última toma de la película de bajo presupuesto El rey de la muerte, después de la cual es posible que no quieras vivir. No porque fuera emocionalmente destructivo. Más bien por el pesimismo, la negrura y la desesperación que irradia. Jörg Buttgereit se enfrenta de nuevo a una muerte con la que claramente no puede lidiar. Esta vez lo hace a través de varios episodios aparentemente inconexos en los que domina a la perfección el aspecto formal de la realización cinematográfica, pero es absolutamente incapaz de dirigir a los actores. Algunos pasajes son repugnantes (el cuerpo en descomposición: gusanos, intestinos, etc.), otros son chocantes (una impresionante escena snuff de disparos a víctimas aleatorias) y otros sorprenden por su remate. Un extraño goulash de explotación con una música de nuevo muy bien usada. Todo gira en torno a ella y a su combinación con la cámara. (04.06.2004)

There is a kind of meta-consciousness between living and not living that it is human nature to resist. The Death King is concerned with this alone, and without any sign of resolution. In six days God created the world. On the seventh day he killed himself. (07.03.2020)