Los reyes del crimen

Una comedia de acción bastante lograda, divertida en algunos momentos, liderada por el excelente psicópata Kevin Costner. El reparto de actores es realmente rico, aunque al principio estaba escéptico, al final me divertí mucho. (03.11.2008)

Hay películas que no toman en serio a los personajes amorales, se mantienen alejados de ellos y eventualmente los ponen en la posición de unos tontos divertidos. Y hay películas que por alguna razón no lo logran hacer y sus personajes son simplemente unos pervertidos ordinarios, puestos en la posición de héroes cinematográficos. En Los reyes del crimen no nos llega a gustar ni un solo personaje. Y su estrella más grande, Kevin Costner, a quien exponen como a un semidiós vestido con ropa de Elvis, interpreta a un psicópata asesino. Un psicópata, cuyo culto al final, un policía comenta con admiración: «Me alegro de que no se haya rendido. Yo tampoco lo haría eso.» No suelo moralizar, pero Los reyes del crimen es una película mal hecha y, además, muy poco entretenida. Es evidente que supuestamente iba a ser una comedia policíaca relajante al estilo de Amor a quemarropa: una película de gánsteres enérgica y divertida, llena de grandes nombres, tipos duros y humor agudo. Pero la película ni siquiera es capaz de decidir si quiere ser una comedia o un suspenso. Y la improbabilidad y los agujeros lógicos de su guión están experimentando en ella un verdadero bautismo. ¿Qué sentido tiene en la trama la rubia que se monta en el coche del psicópata interpretado por Costner y unos kilómetros más adelante se cambia para la moto de su viejo amigo (que en la película tampoco juega papel alguno)? ¿Ella está en el guión solo para poder pronunciar una frase «genial»? Si es así, ¿no es un poco triste que el guionista tenga que usar estas «herramientas»? (08.04.2018)