Sherlock Holmes: Juego de sombras
Director:
Guy RitchieCámara:
Philippe RousselotMúsica:
Hans ZimmerReparto:
Robert Downey Jr., Jude Law, Noomi Rapace, Jared Harris, Eddie Marsan, Kelly Reilly, Stephen Fry, Rachel McAdams, Paul Anderson, Thierry Neuvic (más)Streaming (4)
Sinopsis(1)
Sherlock Holmes (Robert Downey Jr.) siempre ha sido el tipo más listo de la habitación... hasta ahora. El Profesor Moriarty (Jared Harris), un genio del crimen, hace acto de aparición, y no sólo es el símil intelectual de Holmes, pero su capacidad para el mal, junto con una falta total de conciencia, en realidad puede darle una ventaja sobre el reconocido detective. Cuando encuentran muerto al príncipe heredero de Austria, la evidencia, según lo interpretado por el Inspector Lestrade (Eddie Marsan), apunta al suicidio. Pero Sherlock Holmes deduce que el príncipe ha sido víctima de un asesinato, un crimen que sólo es una pieza de un rompecabezas mucho más grande y portentoso diseñado por Moriarty. Mezclando los negocios con el placer, las pistas conducen a Holmes a un club de caballeros donde él y su hermano, Mycroft Holmes (Stephen Fry) brindan por la despedida de soltero del Dr. Watson. Es allí donde Holmes encuentra a Sim (Noomi Rapace), una adivina gitana que ve más de lo que quiere decir, y cuya relación con el asesinato del príncipe la hace la siguiente en la lista del asesino. Holmes se las arregla para salvar su vida y, como recompensa, Sim acepta en ayudarle en el caso. La investigación se vuelve aún más peligrosa cuando Holmes, Watson y Sim van más allá del continente, desde Inglaterra, pasando por Francia, Alemania y finalmente Suiza. Pero el astuto Moriarty siempre está un paso por delante mientras teje una telaraña de muerte y destrucción, todo parte de un plan mayor del que, si tiene éxito, cambiará el curso de la historia. (Warner Bros. España)
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Reseñas (11)
Si todos esos trucos visuales, exhibiciones de actuación, ideas guionísticas y localizaciones fantásticas fueran parte de una historia clara y atractiva, sería uno de los mejores éxitos de taquilla del año. Pero realmente no me importaba lo que estaba pasando y lo que sucedería después. ¿Y qué sentido tienen esas escenas ultradramáticas alargadas de varios minutos en las que Sherlock o Wattson casi casi están en peligro mortal, cuando todos sabemos que ninguno de ellos puede morir?
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Aunque soy un gran fanático de las historias de detectives y crímenes, Sherlock nunca fue mi favorito. Ni en las adaptaciones de libros ni en las películas. Aun así, fui a ver la primera parte en el nuevo empaque y en ese momento estaba satisfecho. Esperaba al menos la misma cantidad de diversión en la segunda, pero en cambio me encontré con un amargo sabor, decepción y la sensación de que Guy Ritchie se había quedado sin ideas rápidamente. La historia es completamente nula, confusa y carece de una trama inteligente. Rachel McAdams, que adornó la primera parte, fue eliminada innecesariamente, Noomi Rapace no encajó en su papel y Rachel no pudo reemplazarla. También me imagino al profesor Moriarty un poco más aterrador y no como un psicoterrorista sin carisma. Además, la duración infinita de la película me agotó más, al final luchaba solo con mis párpados pesados.
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This is exactly how I imagined that a pop culture update by Sherlock Holmes might look. A gourmet experience with a completely exclusive Holmes vs. Moriarty gambit. Despite many mistakes, a beautiful, intense and charmingly deliberate blockbuster, which has what the first film lacked the most... A soul.
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The first film worked with something like a moment of surprise, with the famous detective navigating Guy Ritchie's exquisite visual world. The second time around, the moment of surprise is gone, and suddenly you start digging into what you didn't mind in the first film. For two hours of runtime, the plot is too diluted, the female protagonists are neglected, the villain is bland, and except for two or three funny dialogue exchanges, there’s a lot of filler. But most importantly, a detective storyline is one you don't care about whatsoever. The action escapades are trite and not saved even by the run through the woods, yet that scene was also genius. During the first half, I was hoping it would pick up in the second half, as some commentators sometimes promised, but for the last half hour, I was praying for it to end. You don't just see blockbuster fails like this.
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Loaded guns, brains in full swing, deduction vibrating at maximum. When Holmes' thought-wrestling escapades conquered cinemas for the first time, I eagerly swallowed every idea of Ritchie's, and when Robert Downey, with a sparkle in his eyes, uncovers a web of intrigues for the second time, I applaud again. Moriarty is indeed the perfect nemesis, capable of threatening the most mundane situation, and in such moments, one needs not only a loyal partner but perhaps also an exhibitionistically tuned brother with a shaky staff. This impressive action-oriented approach simply suits me amidst the faltering Victorian era, and the whole creative team effortlessly navigates through emotions and locations with me. Please, dear Watson, bring on the trilogy.
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