Sinopsis(1)

Siete amigos, oficiales del departamento de transito de la policia de Warsaw, trabajan juntos, salen de fiesta juntos, hacen bromas juntos, areglan upequenos acuerdos y manejan coches de carreras conjuntamente. Su mundo pequeno cambia con la muerte de uno de ellos. Sargent Krol se vuelve sospechoso principal. Logra escapar de la detencion y, como fugitivo intenta demostrar su inocencia. Poco a poco se empieza a descubrir una trama de corrupcion que apunta hacia los altos circulos del poder en la policia y la politica. (Guanajuato International Film Festival)

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Reseñas (3)

DaViD´82 

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inglés As soon as this flops over into a type of Hitchcock, it loses its seal of originality. Because it begins to strum on well-known genre strings, but nobody knows for sure how they will sound. Not that it all goes to pot at that moment, but it does become rather more ordinary, while still remaining sufficiently unusual, uncompromising and dirty mirror holding to stop it becoming just another run-of-the-mill genre movie, immediately forgettable as the closing credits come up. ()

EvilPhoEniX 

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inglés Wojciech Smarzowski is another excellent Polish director (Volhynia, Clergy) and Traffic Department is another solid notch in his career. The story focuses in detail on the work of traffic cops and it's clear that it's a thankless job (gangsters, hookers, politicians, blackmail, bribes). When a member of the force dies and another is charged, a rather gripping and suspenseful ride starts and it doesn't let up until the end. It’s suspenseful, well acted and brutal in places (the scene with the bitten off penis where blood spurts all over the car is one I won't soon forget), and the finale is shocking enough. Great film. 8/10. ()

claudel 

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español Si alguien viera mis críticas de películas polacas, podría sospechar que las estoy favoreciendo. Pero no puedo evitarlo, si alguna vez vi una o dos malas películas polacas, eso ya es demasiado. Pero apenas recuerdo más de una. Los transportistas son un viaje increíble en la primera mitad, apenas pude percibir la rápida edición. Luego el ritmo se ralentiza y el espectador cae más bien en una extraña depresión de una realidad dura y dolorosa. Cuando alabé una película polaca ante un colega polaco, él asintió con la cabeza hacia Holland o Wajda, pero afirmó vehementemente que el número uno actual de los directores polacos es Smarzowski, no le contradije y después de ver Los transportistas definitivamente no lo haré en nuestro próximo encuentro. ()