El sacrificio de un ciervo sagrado

Al principio tuve la sensación de estar viendo una especie de comedia trágica y quizás un poco loca, pero luego la película se convirtió en un buen thriller psicológico, construido sobre un guion de calidad y actores convincentes, de lo cual no hay ninguna duda en el caso de Colin y Nicole; sin embargo, lo que sorprendió especialmente fue la juventud, ya que no es una tarea fácil para actores jóvenes. Una idea interesante, una ejecución decente y un final aceptable. En general, una muy buena impresión. Y cuando descubrí que la dirección estaba a cargo del mismo griego que no me impresionó con su locura de langosta, debo decir que lo hizo mucho mejor con este thriller psicológico. (13.01.2019)

Una película maravillosa y divertidamente extraña, que será apreciada especialmente por los amantes del humor negro y de las películas inusuales con trama. Y quien ya ha tenido el honor de conocer a Lanthimos, se trata simplemente de otra de sus originales y creativas imágenes satíricas de la comunidad humana, regidas por reglas absurdas y hábitos culturales divertidos y escalofriantes, que, sin embargo, su creador no necesita explicar de ninguna manera. Arte bizarro, hasta ahora (para mí) el mejor de la filmografía de Lanthimos. (02.11.2017)

Sería muy aburrido si todos los cineastas fueran normales. La interrupción de un mundo frío y perfectamente racional por la fuerza irracional, un demonio que no puede ser derrotado. No es una obra loca tan intelectual como Langosta, que tiene más contenido, destinada básicamente para espectadores más exigentes. Pero su realización es única. Hipnóticamente lenta, brillantemente filmada, musicalmente de terror herrmaniano. Emocionalmente mesurada y al mismo tiempo muy cruel. Farrell es un camaleón, Kidman perfecta, como siempre. Como actriz y también cuando viste ropa interior. ¡Y el joven demonio irlandés Keoghan se está perfilando! [Cannes] (26.05.2017)

Saw for intellectuals. The Killing of a Sacred Deer is a cruel, disturbing and, in filmmaking terms, precise morality tale and perhaps even class satire (rich people destroy the lives of the poor and refuse to accept responsibility for it), but I found its second half to be monotonous in terms of both the characters’ suffering and style (slow dolly shots, overhead shots, close-ups of faces, unpleasant atonal music, over and over again). I understand that the mechanical nature of the structure and the acting is part of the director’s malevolent concept (forget about gradation or catharsis), but it deprives the film of dramatic tension and gives the impression that it doesn’t develop along with the characters, while also weakening the message. I didn’t get the impression that the film had anything else to say after the central dilemma had been revealed (which was possibly why Mirka Spáčilová providentially left the press screening after the scene in which Farrell forces a donut on his son). Instead, it distances itself from reality and thus diminishes the power of its message. The similarity to Kubrick or Haneke is mainly external, not in the effect that the film has on the viewer. 70% (30.10.2017)

After his weird period, Lanthimos activated internal Greek fate and combined residential horror and ancient tragedy with Efthymis Filippou. A camera that hovers over the heroes like a vicious threat, unmistakably mechanical acting, demonic Barry Keoghan and a morally borderline second half that is the cruelest (and least satirical) of all Lanthimos's films. What used to come from within strange communities is now incomprehensibly imposed on the heroes from above. The unraveling and meaning of this brutal clinical version of Sophie's Choice will probably be discussed at length - the fact remains that the tone and depressing atmosphere make The Killing of a Sacred Deer a real horror. Trier with an acute attack of sociopathy. (27.05.2017)