Dôverný nepriateľ

Gabriela Marcinková está en cinco estrellas limpias, después de tener que soportar cómo Peter Kočiš la torturaba en Tajné životy, podría ver sus aventuras de suspense en una casa ultramoderna durante varias horas sin problemas. En términos checo-eslovacos, desde mi punto de vista, es un thriller bastante decente. Solo me disgustó el último veinte minutos, podría imaginarme un desenlace más sofisticado con un giro argumental agradable. (13.01.2019)

Promover seriamente un thriller tecnológico que pretende ser serio diciendo «de los creadores de Snowboarders y The Rafters» en los carteles demuestra un sentido del humor muy peculiar de los productores, o su total desprecio por las expectativas del público, porque esto realmente solo atraería a los masoquistas a los cines. Pero unas palabras sobre la película: Puedo apreciar todos los esfuerzos relevantes para traer alguna película de género más oscuro al cine checoslovaco, pero no este. Los personajes experimentan un montón de acontecimientos extraños y perturbadores, pero por alguna razón pasan completamente de ellos y no los discuten más. En general, los personajes de esta película están ahí solo para mostrarse, solo por estar ahí y hacer avanzar la trama de cualquier manera. Sin embargo su caracterización es tan superficial que resulta ridícula, especialmente en el contexto del giro final, que se basa en la psicología de la protagonista Zuzana, pero no funciona en absoluto. El personaje de su amiga es para darle un puñetazo, Dyk está ahí solo como reclamo para las chicas y Ondřej Malý recapitula el papel de bicho raro siniestro que interpreta en todas las películas. ¿Y que el guion es realmente cursi y no tiene sentido si se piensa un poco? No importa, lo solucionaremos haciendo que el protagonista se desnude constantemente y coquetee con una casa parlante. El tema trata de ser terriblemente moderno, pero da la sensación de estar congelado en el siglo pasado (viéndola, me acordé de Engendro mecánico una película parecida de hace más de cuarenta años y mucho, mucho mejor). Intimate Enemy es completamente olvidable por sí misma, pero lo que seguramente no olvidaré es la increíblemente exagerada colocación de productos. Los cineastas checos son únicos en este sentido, porque en sus manos la colocación de productos es tan evidente que hace que muchas películas checas parezcan un largo y borroso anuncio publicitario. Así que me llevé dos cosas de Intimate Enemy: Vojta Dyk lleva un traje de Bandi y navega por el sitio web mall.cz en las situaciones más amenazantes de la vida. Ridículo, de verdad ridículo. (12.09.2019)

A young couple moves into a house of the future that permanently monitors its inhabitants and grants them all their wishes. But it soon turns out that it is not a safe arrangement, and necks are at stake. Karel Janák delivers a visually entertaining film starring a very fine Gabriela Marcinková, but unfortunately it gets tripped up by a silly story and incredibly stupid and illogical twists. (06.09.2018)

Karel Janák has always profiled himself as an author who likes foreign models. Recently, he has also started to look to Slovakia, which has brought some more interesting ideas. In the end, it turned out that Janák was trying to make a thriller with artificial intelligence. And it worked for him, at least partially. The exteriors are really nice, one moment we are in Prague's Karlín, the next moment somewhere in Slovakia in a beautiful landscape. The cast is also interestingly mixed - there are three strong Czechs, and the rest are Slovaks. I see Marcinková and Porubjakova as interesting discoveries, and Hajdu and Luknár are among the faces I would like to see again. The theme itself is so unusual that one can forgive a lot of things within the whole, the details do occasionally fracture, but I would like to see many more genre films made in Czech meadows and groves with similar energy. (01.08.2021)