POMO

Un ejército de monstruos de la laguna negra, a los acordes de una conocida música submarina, ataca a los paletos de una pequeña ciudad portuaria (también hay una pelea de taberna) y viola a las jugosas abuelitas (muchos pezones al descubierto) que dan a luz a sus retoños mediante una invasiva «cesárea». Hay sangrientos efectos gore, perros muertos y un niño pequeño en una cuna en peligro. Faltaba envolver la ciudad en una espesa niebla y ya estaría todo hecho.

Un momento impresionante (el salto) y el ambiente del otro lado de México está bien captado. Pero por lo demás poco estimulante, con un joven torpemente sobreactuado en el papel principal (César Ramos), un final tonto y un añadido tópico que deja caer al director como dramaturgo.

Una película anticuada, corriente y poco original. Sin embargo, al mismo tiempo, es inofensiva y no tiene errores específicos, por lo que simplemente no hay nada que criticar. A pesar de eso, probablemente solo la recordaremos por los actores que aparecen en ella. Y aprecio que el guionista los haya tratado con justicia, brindándoles papeles realmente agradables que hicieron uso de sus respectivos personajes.

Es difícil analizar esto demasiado profundamente. Una película fría como el hocico de un perro por un lado, pero convincente y dolorosa por otro. El director no retrata el sufrimiento de la protagonista de forma natural, como si no supiera que ya podemos sentir por ella por cómo es y por lo que está pasando. Él no nos dice cómo es ella; a él no le importa, por lo que mantiene la distancia y permanece indiferente. Sólo muestra su sufrimiento mediante trucos de cámara desde su punto de vista, bajando el sonido cuando se desmaya, etc. Vivimos todo este infierno (incluida la penetración pornográfica de la prostitución) desde la perspectiva de una persona de la que no sabemos nada. Es un enfoque repugnante, sádico y despiadado, pero... aún así más interesante y distintivamente rodado que la mayoría de las porquerías similares de explotación feminista de violación+venganza (La violencia del sexo). Y definitivamente no es aburrido.

La carátula del DVD americano parece una película de acción de clase B con Snipes o Seagal. Los espectadores de estas cosas, para los que el nombre de Werner Herzog no significa nada y que esperan acción, se sentirán decepcionados. Rescue Dawn es una historia psicológica, de producción minimalista, sobre las relaciones en un grupo de personas aisladas en medio de la selva. Sobre el optimismo y la esperanza de rescate. Aunque en algunos lugares Herzog coquetea con la poética de Terrence Malick sobre la unidad del hombre con la naturaleza, la película sigue siendo sorprendentemente alegre y no teme reemplazar la oscuridad y la tristeza con un humor sutil, alegría y un espíritu aventurero. El resultado es una aventura psicológicamente perceptiva e inquisitiva, no convencional para «sentirse bien». Y la actuación también es excelente.

A diferencia de American Pie y comedias similares, ésta -más una excursión que una comedia- trata puramente del acto, desde el «vamos a hacerlo» inicial hasta el cigarrillo posterior al orgasmo. Este enfoque elimina todo lo innecesario, dejando solo lo esencial, presentado en cinco formas diferentes, entre las cuales cada espectador (sexualmente activo) puede encontrar algo que le interese, ya sea en un episodio en particular o en los detalles de varios de ellos (dependiendo de la experiencia que uno tenga). La película retrata acertadamente las situaciones individuales y no se anda con rodeos, pero no es demasiado sencilla ni primitiva, y los tíos son graciosos y las tías están BUENAS. Una relajante película, que invita a los espectadores a «hacerlo» ellos mismos.

La década de 1980, la época dorada de la colaboración Spielberg / Zemeckis... Muy entretenida, imaginativa, inteligente, sofisticadamente divertida, con pensamientos profundos expresados con sensibilidad. Es una película en la que los términos «palomitas» y «final (ultra)feliz» no se usan como insultos. ¿Por qué ya no hacen esas películas? ¿Por qué vivimos en una era tan deprimente? Si hubiera sido virgen en el cine y hubiera calificado esto en el momento de su lanzamiento, le habría dado cinco estrellas.

Se suponía que la 22ª película de Bond iba a ser un final vengativo, feroz, casi furioso de Casino Royale - es lo que literalmente grita del guión y su exposición del carácter del hombre 007. Y los productores se lo confiaron a un director artístico que amputó todas las poderosas extremidades de Casino Royale y colocó flores en su lugar. No hay gran acción, ni coche Bond, ni elegantes créditos iniciales ni localizaciones interesantes, y los villanos parecen salidos de una película de Pasolini. Lo único que hace de Quantum of Solace una película Bond, lo que la mantiene en marcha y le otorga la tercera estrella en mi calificación, es el aún excelente Daniel Craig (Olga Kurylenko es agradable, pero sigue siendo solo un personaje femenino de fondo en el mundo de Bond). La primera película de Bond en mucho tiempo que NO me dio esa sensación heroica que solía tener después de las películas de acción cuando era niño.

Voces del más allá no es una típica película de terror de Fulci, es una telenovela misteriosa con una trama criminal. Y el niño pequeño que es apuñalado en el estómago con un gran cuchillo de cocina está ahí solo para recordarnos quién está detrás de esta película. Voces del más allá funciona muy bien como una telenovela misteriosa, ya que las escenas de las conversaciones del espíritu del padre y su amada hija en la orilla del lago son agradablemente poéticas y los actores están bien elegidos para sus papeles. En cuanto a la trama (dentro del género de la telenovela) todo encaja, incluido el remate, que no me esperaba y que me sorprendió gratamente. Si fuera una dama de cincuenta años, incluso gritaría: «¡Dios mío! ¡Eso es terrible!»

Matthew Perry no es un actor tan increíble, pero el papel que interpreta en esta película es perfecto para él. Y creo que si se hubiera elegido a un actor realmente increíble para este papel, le daría a la película otra dimensión. Aun así, Numb es una película agradable e inteligente cuyo mayor activo es la simpatía de Lynn Collins y la (por fin INCREÍBLE) química entre ella y el personaje de Perry. Muy buenas 3*.