Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn)

Desafío cinematográfico en cuarentena - actrices favoritas, Margot Robbie. Magot Robbie nació para interpretar el papel de la loca y tragicómica antihéroe Harley Quinn. Me gustó desde Suicide Squad y estoy feliz de que haya tenido la oportunidad de protagonizar su propia película. Sin embargo, echo de menos al Joker de manera fundamental en esta película. No tiene que ser otro personaje principal, pero esos dos son una pareja tóxica perfecta, de las que hay muy pocas en el mundo real y ficticio. No basta con solo hablar de él y hacer referencias, el Joker es inseparable de Harley Quinn. Las aventuras y travesuras de Harley Quinn forman parte de lo aparentemente más alegre en el universo de DC, por lo que el espectador debe acercarse a esta película con mucho sarcasmo y estar dispuesto a aceptar cualquier locura. El estilo de narración es realmente loco, pero así es Harley Quinn. Por otro lado, no me gustó en absoluto el villano principal interpretado por Ewan McGregor. Y todas las Birds of Prey deberían haberse unido mucho antes, lo que nos lleva al guion en sí: la narración caótica no importa, pero el contenido en sí se estanca. Bueno, esperaba algo más, no está mal, pero no me dejó boquiabierto. Dado los malos resultados financieros, espero que Harley Quinn tenga otra oportunidad... (14.04.2020)

Por mucho que últimamente acostumbre a alabar el reparto, aquí es ejemplarmente malo. La olvidada comediante de los noventa Rosie Pérez, ¿un policía serio? ¿Ewan McGregor como villano con un cuchillo en la garganta de una niña? ¿Y el deslucido reparto de la fiesta Birds of Prey, que se ve superado por una caracterización aún más deslucida? Otro gran mal: la combinación de «juegos» deliberadamente infantiles que no hacen reír, con tonos serios que hacen estremecer (el desvestido de la chica en el bar). Y la constante laxitud en la visión creativa, la dirección estúpida y sin corazón. (09.03.2020)

Vaya, otra película de acción increíblemente poco enérgica, que intenta equilibrar una trama escasa, una caracterización nula de los personajes, escenas de acción poco dinámicas e ideas pobres con un estilo exuberante de wannabe-cool, colorido y apuntándose a la ola moderna del «girl power» (aquí llevada al límite, porque todos los personajes masculinos son sucios matones, escoria o traidores). Después de la excelente El Escuadrón Suicida entré con cero expectativas. La trama, completamente fragmentada, salta torpemente de un lado a otro, no tiene atmósfera y resulta molesta en su incoherencia. En el mejor de los casos, los personajes son clichés de los dramas policíacos vistos cientos de veces (la mujer policía que pasa desapercibida, la hija de la mafia vengativa), en el peor de los casos solo están ahí y hacen algo (una cantante de bar y una ladrona con un diamante en la tripa). Por cierto, si te tragaras un diamante tallado de este tamaño moriría por lesiones internas. Lo que más me cuesta entender es por qué deberíamos alentar a la heroína entre la pareja de antagonistas, formada por un lado por un villano afeminado, que mata gente y es un malnacido, y por el otro por esa heroína, afectada e infantil, que mata gente y es bastante zorra. ¿Solo porque la película nos lo dicta? Solo quizás porque Harley ya ha sido presentada después de dos películas y con todo es la decepción de la película, comparada el débil villano Máscara Negra, cuya falta de interés Ewan McGregor intenta compensar con impotencia, sobreactuando de forma demencial. Algunos dirán que McGregor no tenía mucho más que hacer cuando el guión no le daba nada para trabajar. Digo que solo había una cosa que hacer: no aceptar el papel. Y no aceptar películas de este tipo. (26.03.2020)

La película Aves de Presa (y, por lo tanto, la propia Harley Quinn) es como una prostituta ebria con purpurina con una gruesa capa de maquillaje: al principio evoca la apariencia de atracción, pero ya de cerca solo se ve repulsiva y pegajosa. La banal y plana trama enmascara la película con un estilo narrativo complicado, los personajes en su mayoría insuficientemente diseñados muestran creaciones de actuación molestas y las escenas de acción rara vez pueden liberarse de la cadena, para que al menos la estilización visual pomposamente llamativa se corresponda con la forma en la que se presenta su loca y ostentosamente anti heroína. Con esa combinación de oropel eficaz, inmediatez y una herencia forzada con la estética de calles sucias y lugares inmunes en ruinas, es tan divertida como ir a una discoteca, tomar un trago tras otro a la vez y luego vomitarse en el bolso (esto también sucede en la película). Cualquier persona que se divierta de esa manera podrá disfrutarla, sin duda alguna. (06.02.2020)

I really don’t know if Birds of Prey wants to be a "sharp, even controversial film” or anything else, but I enjoyed it for what it really is – a fresh, uncomplicated, deliberately trashy-in-places, playfully over-the-top and infantile post-breakup action comedy with an intentionally chaotic narrative that, like the main protagonist, gradually settles down and becomes more focused. Girl power is not so obviously on display as in Wonder Woman or certain Marvel movies (e.g. the painfully forced and TERRIBLY unnecessary “don’t say that name” scene in Avengers: Endgame). Feminism is a natural part of the fictional world. All of the men are malicious betrayers or dangerous, violent swine (which, however, does not mean that the heroines are saintly, not even a little – they are imperfect, but they don’t care) and we want them to die a horrible death. This film is based more on female friendship than on the antagonism between Harley Quinn and Sionis, which in the end is rather just a MacGuffin contributing to “female bonding”, an obstacle preventing the protagonist from enjoying an egg sandwich or watching Tweety in peace. This is where Birds of Prey differs from standard comics-based films, where a villain must be eliminated in order for the world to be saved. I surely would not mind if there was greater anarchy and more derisive mockery of all of the macho comic-book universes in which women serve merely as sidekicks, baddies and ornaments in guy adventures, but Birds of Prey is too radically feminist (er, lol) for some viewers, so for now it’s perhaps not possible to expect more from a major-studio genre film. 75% (07.02.2020)